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Seguridad - Hace 1 semana

La Teoría de la Ventana Rota: Más que un daño, una señal de alerta


Por Dr. y Msc. Ricardo Sosa

Criminólogo y experto en seguridad

El Salvador

@jricardososa

Philip Zimbardo un hombre dedicado al estudio de fenómenos sociales y en especial a la piscología social para observar y estudiar el comportamiento de grupos sociales en 1979 desarrollo un experimento que consistió en dejar dos vehículos idénticos, uno en una zona de clase alta (Palo Alto) y otro en una zona más pobre (Bronx). En la zona de clase alta, el vehículo permaneció intacto durante una semana, mientras que en el Bronx, fue rápidamente vandalizado y destruido. Esta observación llevó a la conclusión de que el desorden y la falta de cuidado en un entorno, como una ventana rota, pueden crear un ambiente que invita a la delincuencia y a la degradación social.

Conceptualizada por los criminólogos James Q. Wilson y George L. Kelling en 1982, quienes publicaron su influyente artículo titulado «Broken Windows: The Police and Neighborhood Safety» en la revista The Atlantic en 1982. Este artículo sentó las bases de la teoría y tuvo un impacto significativo en las políticas de seguridad pública y las estrategias policiales en diversas partes del mundo, especialmente en ciudades como Nueva York

La Teoría de las Ventanas Rotas postula que el desorden visible en una comunidad, por pequeño que parezca, puede ser una señal que fomenta delitos más graves. La premisa es clara: si una ventana rota en un vehículo, edificio, casa, o cualquier instalación no se repara rápidamente, transmite el mensaje de que a nadie le importa, que hay una ausencia de control y que el desorden es aceptable. Este mensaje de abandono y deterioro puede escalar.

Imaginemos un barrio en el denominado gran San Salvador o en cualquier ciudad en el interior del país en mi amado país El Salvador. Si vemos paredes manchadas con grafitis alusivos a grupos al margen de la ley, basura acumulada en las esquinas, lámparas quemadas o quebradas sin reparar o vehículos abandonados que son muy frecuentes en muchos municipios ante la indiferencia de las autoridades municipales y de otras instituciones del Estado. ¿Qué nos indica eso? Nos dice que no hay vigilancia, que no hay controles, que no existe supervisión, que hay indiferencia de muchas personas, que las normas no se aplican, y que los vecinos o las autoridades a diferente nivel no se preocupan. Este ambiente de descuido puede ser percibido por potenciales delincuentes como una invitación para cometer actos más serios, desde pequeños robos hasta crímenes y otro delitos graves.


Relevancia en la Prevención del Crimen y Delito

La relevancia de esta teoría en la prevención del crimen y el delito es enorme, y se ha aplicado en ciudades de todo el mundo con resultados interesantes. La carta de presentación más internacional fue en la ciudad de Nueva York en donde el ex alcalde Rudolph Giuliani quien atendió consejo y aplicó los principios criminológicos y de las ciencias policiales para establecer una ciudad segura. Sus implicaciones son directas:

  1. Combate el Desorden Menor para Prevenir el Mayor: La teoría sugiere que, al abordar y corregir rápidamente los signos de desorden menor (el «grafiti», la «ventana rota», la «basura en la calle»), se envía un mensaje claro de que la comunidad está activa y que el comportamiento incívico no será tolerado. Esto ayuda a mantener el orden y disuade a los delincuentes de cometer delitos más graves.
  2. Restaura la Confianza Comunitaria: Cuando los ciudadanos ven que el orden se mantiene y que el entorno es cuidado, su percepción de seguridad aumenta. Esto fomenta que salgan más, interactúen entre sí y ejerzan un control social informal . Una comunidad unida y vigilante es menos atractiva para el crimen, es la clave fundamental desde mi opinión.
  3. Base para la Policía de proximidad o Comunitaria: Esta teoría fue clave para el desarrollo de estrategias de policía comunitaria. En lugar de centrarse solo en la respuesta a crímenes, las fuerzas del orden también comenzaron a involucrarse en la prevención del desorden, trabajando mano a mano con los vecinos para mejorar la calidad de vida y fortalecer el tejido social.
  4. No es culpabilizar a la Víctima: Es importante aclarar que la Teoría de las Ventanas Rotas no culpa a las víctimas ni justifica el delito. Más bien, enfatiza la responsabilidad de la comunidad y las autoridades en mantener un entorno que no sea propicio para la actividad criminal. Se trata de crear un ambiente que disuada el delito, no de juzgar a quienes lo sufren.

En nuestro contexto salvadoreño, donde la percepción de seguridad es un desafío constante, aplicar los principios de las Ventanas Rotas implica ir más allá de la mera reacción a los delitos graves. Significa invertir en la recuperación y mantenimiento de espacios públicos, en la limpieza, en la iluminación, en la recuperación de parques y canchas, en no permitir basura acumulada en las calles y pasajes, y en el fortalecimiento de los lazos comunitarios. Cada «ventana reparada» es un paso hacia la construcción de un entorno más seguro y resiliente.

¿Creemos que reparar una simple ventana puede hacer una diferencia real? La criminología nos dice que sí. Es un recordatorio poderoso de que el orden y la atención a los pequeños detalles pueden ser una de nuestras herramientas más efectivas en la lucha contra el crimen y de igual manera en nuestra vida y familia. Acepta el desafío de construir verdaderas comunidades en El Salvador y América Latina? Es posible si tomamos conciencia y actuamos en la organización de nuestra comunidad, distrito, municipio, departamento y Nación.

www.ricardososa.net

YouTube: Ricardo Sosa

@jricardososa

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